Origen de los Belenes Navideños

Se dice que San Francisco de Asís celebró la Eucaristía en la Nochebuena de 1233 en Greccio donde preparó una representación de un pesebre con una mula y un buey. Desde entonces la costumbre de representar el belén se fue extendiendo por toda Europa.

A partir del s. XIV se consolidó en Italia esta tradición y posteriormente se trasladó al resto de Europa.

Hasta el s. XV solo se representaba el nacimiento del Niño Jesús en el pesebre y en el s. XVI, en la Catedral de Sevilla, aparece por primera vez completo.

 


En  España, fue a mediados del s. XVIII cuando Carlos III popularizó los belenes entre la aristocracia española y después se convirtió en una práctica popular en todo el país y en América latina.

Esta es una tradición que se sigue manteniendo muy viva, tanto que incluso en la última edición del Diccionario de la Lengua Española que edita la RAE (Real Academia Española de la Lengua) se incluyen los términos:

BELENISTA: Persona que por oficio o afición proyecta, construye o colecciona belenes.

BELENISMO:  Arte de los belenes o afición a ellos.