Más consejos de AUTOESCUELA COLONIA JARDÍN para cuidar del coche en invierno.
Como en cada cambio de estación debes tener el coche a punto. Por tu seguridad, por la de los demás conductores, y por prevenir. Si atajas un problema a tiempo evitarás averías más gordas y caras en el taller.
Como en cada cambio de estación debes tener el coche a punto. Por tu seguridad, por la de los demás conductores, y por prevenir. Si atajas un problema a tiempo evitarás averías más gordas y caras en el taller.
Lo fundamental
siempre son los neumáticos. No sólo hay que revisar que el
dibujo sea correcto y no tenga una profundidad menos a los 1,6 mm o que las
presiones sean las apropiadas según el fabricante. Tienes que tener una precaución extra: con el frío, las ruedas
suelen desinflarse ligeramente y pueden estar
cuarteadas por
los cambios de temperatura.
Además, el invierno es un momento obligatorio para revisar los frenos. Que suenen o chirríen puede deberse
tanto a unas pastillas en mal estado como a unos discos deteriorados. Si cuando
accionas el pedal de freno notas que está demasiado blando, puede que tengas
que revisar el nivel
del circuito del líquido de
frenos (y esto, mejor en un taller).
§ Ver y ser vistos: En el otoño y el invierno hay menos horas de luz y, aunque sea de día, el sol va muy bajo, lo cual reduce de forma notable nuestra visión y la de los demás conductores. Para evitar problemas y garantizar que podamos ver lo mejor posible la carretera -y que nos vea el resto del tráfico- debemos revisar estos apartados de nuestro coche. Además, te recomiendo que te acostumbres a circular con las luces de cruce encendidas constantemente (salvo que tu coche equipe luces de marcha diurna)
§ Ver y ser vistos: En el otoño y el invierno hay menos horas de luz y, aunque sea de día, el sol va muy bajo, lo cual reduce de forma notable nuestra visión y la de los demás conductores. Para evitar problemas y garantizar que podamos ver lo mejor posible la carretera -y que nos vea el resto del tráfico- debemos revisar estos apartados de nuestro coche. Además, te recomiendo que te acostumbres a circular con las luces de cruce encendidas constantemente (salvo que tu coche equipe luces de marcha diurna)
§ Reglaje de faros: unos faros mal regulados son muy peligrosos,
al reducir la zona iluminada de la calzada. Si están demasiado altos,
además, provocarán deslumbramientos al tráfico que circula en
sentido contrario, lo que puede generar situaciones de riesgo, como salidas de
la carretera, atropellos y choques. Aparca tu coche frente a una pared vertical
sobre un suelo plano y comprueba su correcta orientación.
§ Faros antiniebla: los faros antiniebla delanteros no son
obligatorios. Pueden estar rotos debido a su ubicación tan baja, ya que reciben
frecuentes “chinazos”. Si tu coche los monta, revisa su estado y
funcionamiento, pues suponen una importante ayuda.
§ Lavafaros: si tu coche lleva xenón, está obligado
a montar lavafaros para garantizar no sólo su limpieza, sino también para
evitar que se acumulen el hielo y la nieve sobre ellos. Los faros con lámparas
halógenas no tienen este problema, pues el calor que desprende la bombilla los
mantiene descongelados, pero los de xenón y los LED no generan la temperatura
suficiente. Un faro cubierto de hielo apenas ilumina la carretera y deslumbra
al tráfico contrario.
§ Limpia los cristales por dentro: la cara interior de los cristales del
coche se va cubriendo con una fina capa de grasa y suciedad (sobre todo, si
eres fumador). Esta película sobre el vidrio favorece la formación de vaho y
reduce mucho la visión nocturna, aunque esté desempañado. Limpia
bien la parte interior de todos los cristales del coche para evitar que se
empañen y mejorar tu visión.
Un post genial con mucha información que siempre hay que tener presentes a la hora de conducir, vital de cara al invierno que se aproxima, muy útil
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