02 junio, 2016

Agnódice

Nació en una familia de la alta sociedad ateniense en una época en la que las mujeres eran consideradas inferiores. El acceso a los conocimientos les estaba vetado.

El sueño de Agnódice era estudiar medicina y su propio padre la apoyó y se cambió el aspecto por el de un hombre ya que era la única manera de poder aprender. Se cortó el pelo, se puso ropa masculina y comenzó a aprender con el célebre Herófilo de Calzedonia. Aprovechó el tiempo y después de ser un "alumno" ejemplar consiguió convertirse en ginecóloga.

Al ejercer seguía escondiendo su verdadera naturaleza aunque en ocasiones desvelaba su identidad para ganarse la confianza de sus pacientes; incluso atendía a las esposas de los principales ciudadanos atenienses.

Debido a ésto y a su gran profesionalidad, pronto se ganó las envidias de sus colegas de profesión y fue acusada de seducir e incluso de violar a algunas de esas mujeres.

Las calumnias surtieron efecto y fue llevada ante un tribunal donde se desnudó para demostrar que todo era falso y automáticamente las acusaciones de violación se anularon pero se la acusó de ejercer la medicina siendo mujer y fingir que era hombre.

Salvó su vida gracias a sus fieles pacientes ya que las esposas de los altos mandatarios, que la acusaban de saltarse la ley y pedían su ejecución, salieron en su defensa y afearon la conducta de sus maridos con la siguiente frase: "Vosotros, hombres, no actuáis como esposos sino como enemigos, porque estáis condenando a aquella que nos ha devuelto la salud".

La valentía de Agnódice y de todas las mujeres que la defendieron supuso su absolución y se le permitió seguir ejerciendo; y además, al poco tiempo, las leyes atenienses fueron modificadas para que las mujeres pudieran acceder a los estudios de medicina.

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