Lo cierto es que su utilización ofrece a adolescentes y preadolescentes diversión, relación e información y ninguna de estas cuestiones de por sí, es mala.En este artículo se descubren algunas premisas para que los padres podamos guiar a nuestros hijos y ellos puedan hacer un uso inteligente de estos aparatos.
Creo, que al igual que los videojuegos, son un estímulo para su mente y hay que fomentar su uso racional.
ResponderEliminarel problema es cuando ese "uso racional" no está gestionado de "forma racional"
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